Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

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jueves, 16 de septiembre de 2010

Hernán Valladares me envía esta entrada sobre el cuadro “Lot y su hija” de Altdorfer




Al ver este cuadro (hermosísimo, cuerpos que marcan la debacle de la edad, un colorido subyugante y un par de sonrisas que superan en sugerencias herméticas a la celebérrima y algo estulta mueca de la Gioconda) me vienen a la cabeza varias cosas. Primero, la univesalidad de la pulsión sexual. La necesidad de perpetuar la especie es el pretexto para hablar de sexo, en esta sazón. Al fondo del óleo aparecen las que suponemos Sodoma y 

Gomorra, ciudades pecadoras, bajo las encarnadas llamas. Atrás, pero muy próxima a Lot y a su hija que yace entre sus brazos, se encuentra la otra hija. Estas muchachas cargadas de pragmatismo procreativo son inefables porque el autor de la Biblia no quiso darles un nombre propio. Son, así de simple, “las hijas de Lot”, y como tal se las conoce. Huidas de Sodoma, junto con su progenitor, eran las únicas supervivientes de la venganza divina. El pueblo oligofrénico de Sodoma quiso vejar lascivamente a los enviados de Dios, y Dios les envió la extinción hecha cerilla. Los socarró en una inmensa parrillada de vicios calcinados. La esposa de Lot no había logrado sobrevivir porque incumplió la consigna requerida: no mirar hacia atrás. Y se convirtió en estatua de sal. Esta sal vendría bien para dar mejor sabor a la parrillada de las ciudades malditas, Sodoma y Gomorra. Las hijas pensaron que para mantener la continuidad de la especie debían hacer un intercambio genético con su padre. Así que lo emborracharon y copularon con él. Por eso digo que estas chicas, aparte de tener los pechos cortos, hendidos, distantes, bizcos y, en fin, demasiado púberes, disponían de un enorme pragmatismo procreativo. El fin justifica los medios. Siendo de Sodoma no se podía esperar otra cosa de estas criaturas, por mucho que fueran testigas directas del escarmiento: se pegan la gran juerga, vino y sexo, pero con el agravante de un incesto ascendente, de hijas a padre (lo normal para este vicio suele ser, en términos estadísticos, el forcejeo descendente, de padre a hija). El padre, más que beodo, parece feliz como un mono en una frutería. El artista, Altdorfer, les puso un paño verde para que no se manchen las posaderas y no engendren luego un hijo de la tierra. Por lo que creo, según el libro del Génesis, copulan encerrados en una tienda. En el cuadro, la hija del fondo no sé qué hace. Parece que está intentando descubrir si le huele la axila. No sería raro que, para mayor gloria de su insensata condición de pecadora, frente a tanto despropósito moral, la muchacha estuviera más preocupada por el olor de su sobaco que por todo lo demás, incluyendo la quema de su pueblo. Buen antecedente, ya sea histórico o legendario, de la frivolidad de nuestros días. Frente al derrumbe ético, frente al hambre y la enfermedad de tres cuartas partes del mundo, una buena tarde de compras inservibles.


ADJUNTA UN ENLACE QUE INCORPORO A ESTE CUADERNO, POR SU RIQUEZA DE IMÁGENES DE CALIDAD


http://artchive.com/ftp_site.htm

3 comentarios:

  1. Perdón, pero... ¿alguien me puede decir quién es el "autor" de la Biblia, por favor? ¿Es posible que yo, a estas alturas, no lo sepa?
    Según el Génesis, copulan con Lot en la cueva de un monte de Soar: toma la iniciativa la hija mayor y al día siguiente, ella le propone lo mismo a su hermana pequeña. Este incesto entre los supervivientes del cataclismo trataba de perpetuar la raza (Cf. Gn 38); pero el escritor sagrado que lo cuenta parece ver aquí un oprobio para los dos pueblos enemigos de Israel. (Lv 18, 6-18). ¿Que quién es este escritor sagrado? Desde el comienzo de nuestra era se pensaba que era Moisés; pero el estudio moderno de estos libros ha mostrado diferencias de estilo, repeticiones y desorden en las narraciones que impiden ver en el Pentateuco (colección de cinco libros a la que pertenece el Génesis) una obra que haya salido íntegra de la mano de un solo autor.
    Gracias por esta interesante entrada.

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  2. Corrijo (no entendí bien la entrada): Dios es el autor principal de la Sagrada Escritura; así me lo han enseñado desde pequeña (creo que a esto se refiere D. Hernán Valladares). Los autores sagrados son también verdaderos autores, que hicieron uso de sus facultades y capacidades, siempre en armonía con la inspiración divina. Perdón por la confusión.

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  3. Una buena tarde de compras nunca es inservible: primero, da de comer a unos cuantos hambrientos gastando su dinero y adquiriendo mercancías para que se mueva el dinero y el mercado, después, uno entretiene la mente y la relaja, otro, se recobra la ilusión, aunque sea por un instante, y eso nunca está mal y rejuvenece. Además, si uno tiene dinero para ello, ¡qué más quiere!.
    Esperemos que el cuadro que envía a través de su página algún día se actualice y varíe con la presentación, por algún artista, de mujer vieja con joven. No estaría nada mal. No todo va a ser pulsión sexual o procreadora como en los tiempos de la Biblia. El caso de Lot era un caso de necesidad: hoy día, en que sobra tanta población, la necesidad es la contraria, no procrear más por responsabilidad demográfica.
    Para procrear hace falta mujer joven pero cuando ello ya no es necesario, las combinaciones pueden variar.
    Que se note que avanzamos en algo.
    Los cuerpos y rostros guardan muchos más atractivos que los de la vejez o la juventud. No se sabe donde reside el atractivo de muchas personas, a veces va más allá de lo que se ve: un misterio (quitando el del dinero, claro).

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