Quevedo quedó huérfano de padre en 1586, cuando contaba seis años y era el segundo hijo; la madre, María de Santibáñez, aun alumbró a la última hija, María, meses después de la muerte de Pedro de Quevedo, cuyo testamento reproducimos aquí. Algunas dificultades de su lectura se pueden solucionar con mi viejo interlineado, de cuando leí el documento por primera vez, por lo que he preferido conservarlo, para el aficionado a leer estos viejos legajos. El testamento paterno es importante para conocer la trama familiar, las condiciones económicas de la familia, las actividades, sus conexiones en la corte, etc. Son nueve folios, que se amplían pinchando sobre ellos, para facilitar su lectura.
Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.
Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno
sábado, 19 de febrero de 2011
Testamento del padre de Quevedo (1586)
Quevedo quedó huérfano de padre en 1586, cuando contaba seis años y era el segundo hijo; la madre, María de Santibáñez, aun alumbró a la última hija, María, meses después de la muerte de Pedro de Quevedo, cuyo testamento reproducimos aquí. Algunas dificultades de su lectura se pueden solucionar con mi viejo interlineado, de cuando leí el documento por primera vez, por lo que he preferido conservarlo, para el aficionado a leer estos viejos legajos. El testamento paterno es importante para conocer la trama familiar, las condiciones económicas de la familia, las actividades, sus conexiones en la corte, etc. Son nueve folios, que se amplían pinchando sobre ellos, para facilitar su lectura.
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