Alondra de vuelo tardo
que no dejas de volar
sabes que vas con el viento
sin saber adónde vas
los nidos de nieve y fuego
tu cuna fueron tu hogar
con tus alas las espigas
con tus alas al volar
las nubes y los corales
los astros el cenagal
los bosques y acantilados
torres montañas y mar
con tus alas sobre el viento
todo lo dejas atrás
todo se siega a tu paso
vuelves vienes vuelas vas
nadie seguirá tu vuelo
nadie te sabrá parar
alondra de lejanías
ya no sabes donde estás
mas sigue cruzando el tiempo
no te vuelvas a mirar
lo silbos que te estremecen
ya nunca te detendrán
lo que queda nadie sabe
volar volar y volar
que no dejas de volar
sabes que vas con el viento
sin saber adónde vas
los nidos de nieve y fuego
tu cuna fueron tu hogar
con tus alas las espigas
con tus alas al volar
las nubes y los corales
los astros el cenagal
los bosques y acantilados
torres montañas y mar
con tus alas sobre el viento
todo lo dejas atrás
todo se siega a tu paso
vuelves vienes vuelas vas
nadie seguirá tu vuelo
nadie te sabrá parar
alondra de lejanías
ya no sabes donde estás
mas sigue cruzando el tiempo
no te vuelvas a mirar
lo silbos que te estremecen
ya nunca te detendrán
lo que queda nadie sabe
volar volar y volar
Pablo, creo que el romance es tu forma. Me ha llegado.
ResponderEliminarVASCO GRAÇA MOURA (à suivre)
ResponderEliminarLamento por Diotima
o que vamos fazer amanhã
neste caso de amor desesperado?
ouvir música romântica
ou trepar pelas paredes acima?
amarfanhar-nos numa cadeira
ou ficar fixamente diante
de um copo de vinho ou de uma ravina?
o que vamos fazer amanhã
que não seja um ajuste de contas?
o que vamos fazer amanhã
do que mais se sonhou ou morreu?
numa esquina talvez te atropelem,
num relvado talvez me fusilem
o teu corpo talvez seja meu,
mas que vamos fazer amanhã
entre as árvores e a solidão?
in "O Concerto Campestre" (1995)
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no obscuro desejo
no obscuro desejo,
no incerto silêncio,
nos vagares repetidos,
na súbita canção
que nasce como a sombra
do dia agonizante,
quando empalidece
o exterior das coisas,
e quando não se sabe
se por dentro adormecem
ou vacilam, e quando
se prefere não chegar
a sabê-lo, a não ser,
pressentindo-as, ainda
um momento, na aresta
indizível do lusco-fusco.
in "Antologia dos Sessenta Anos"