Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 12 de junio de 2010

Se acaba la feria del libro de Madrid en el Retiro



Con cuatro tomas de un Retiro tranquilo y muy verde (con todo lo que ha llovido) vamos a despedir esta feria, sin hablar de libros por ahora. La gente se suele concentrar, obviamente, en el paseo de coches, donde están las casetas, y el Retiro no pierde del todo su carácter de parque tranquilo lleno de rincones solitarios durante los días de diario, lugar de fiesta, encuentro y celebración los días no laborables.


si en los ojos solo hay manchas      borrones
la magia del lector       ¿de qué manera?
¿cómo llega a barrancos tan profundos
el abstracto dibujo de las letras?

la quietud que nos pide la lectura
recoge el universo      y con él juega 
flechas son las palabras escondidas
páginas    que alas son     cuando nos llevan

en silencio al rincón      donde se guarda
lo que ves    lo que piensas     lo que sueñas
mirada que te lleva     hacia ti mismo
y te empuja hacia el tiempo que se sueña 


todo está allí     donde miramos     todo 
vida y páginas      por igual abiertas

1 comentario:

  1. ¡Es cierto, sí que llega muy profundo y muy adentro el misterio del dibujo de las letras!. Usted lo ha dicho perfecto: el dibujo de letras es un arte cuando están bien escogidas y colocadas. Gracias por el poema y por las refrescantes fotos del Retiro, da gusto pasear por allí ahora, siempre y luego en agosto, casi sin nadie. Cuando se anime a ir un poco más allá, a ver si hace alguna foto de la Quinta de los Molinos -más solitaria y más mediterránea- y del Campo del Moro -precioso, solitario y con la gran ventaja de que no parece que esté uno en Madrid. Si un día va y le parece lejos y se cansa, se recupera tomando un par de copas de Zarzavilla, de su pueblo, Palencia. Que pase un feliz día.

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