sin remedio
contemplas lo que miras
las palabras
se marchan sin nosotros
dejar es de los verbos preferidos
los adverbios
no son del viejo modo
el vocativo queda
sin pronombres
no tiene
singular lo de nosotros
y aquellos
posesivos deslumbrantes
diminutivos
forman cariñosos
luces y
sombras cuando el sol declina
espléndido
concierto silencioso
el verso se
agazapa entre los árboles
sueños recuerdos risas forman coro
viejo
amor el que vuelve cada noche
no te
preocupes que no te abandono
Me gustó mucho este poema, delicado y sonoro a la vez.
ResponderEliminarEl reportaje de las flores chinas es una maravilla.
China es tan grande que hasta da miedo. Tal vez por eso siempre han dicho que el alma occidental es individual y la oriental es de grupo, no cuenta el uno sino el todo. Nada más atravesar el antiguo Telón de Acero hacia la antigua URSS la gente tiene otro sentimiento, que no es de individualidad tan marcada como en occidente.
Gracias.