Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

viernes, 4 de septiembre de 2015

Una crónica antigua: El retiro espiritual a las montañas Chanshan

[Esta croniquilla se quedó en el tintero; no era fácil viajar, caminar y publicar al mismo tiempo. Para que no quede olvidada y perdida, va a deshora]

Por el cauce seco de un torrente se continúa la ascensión hacia las cumbres del Canshang una vez que el funicular te haya dejado a más de 2500 metros de altura, en una base para caminantes ocupada por tropas de vendedores –frutas, fetiches, ropa, paraguas....–. Yo no sabía que en las cabinas del funicular, con la ilusión del paisaje y la emoción de la altura, se podría ampliar tan fácilmente la amistad, cosa que hicimos las dos chicas con las que ascendí: ya éramos seis, que luego por el camino de los torrentes, terminamos por ser ocho, los que quedamos para soportar los más de mil escalones que llevan tortuosamente hacia la hermosura de un paisaje montañoso impar. Este viajero cumplió como pudo con su esfuerzo y llegó hasta donde ya no se podía ascender más, agotado y feliz. Arriba, tomamos fotos, descansamos un rato y compartimos algún minúsculo paquete de galletas entre todos. Hubiera debido comprar fruta. Mis zapatillas ya no resisten más, ¡pero no encuentro un 45 para recambiarlas!
Creo que lo que sigue es todo el reportaje visual de la jornada.


La cumbre mayor de las montañas Canshan alcanza más de 4000 metros. Desde Dalí, el sol se oculta por allí, claro, al oeste del lago, pero antes de hacerlo, entre brumas, consigue en los días de verano al menos, proyectar su luz de atardecer sobre el inmenso lago "Erhai", que se extiende abajo, con la ciudad, Dali, bordeando el lago. La imagen es muy hermosa. Hace unos días  publiqué en mi facebook una foto que recogía ese momento, desde un barco en el Erhai, y la sensibilidad de algunos de mis lectores, captó enseguida la belleza de la imagen. Lo voy a explicar en comentario luego. 



Muchas de las imágenes que estoy reuniendo lo serán para dar cuenta de mi travesía por el lago, para visitar la isla de pescadores que allí hay, así como la orilla este, en donde se admira un conjunto de pagodas, desde las que se ve otra perspectiva del lago, con el sol en el horizonte.
Por otro lado, la isla de pescadores –lo normal era pescar con carporanes, aves de rapiña a las que se adiestra para que se sumerjan en el agua y atrapen peces– mantiene, además del recuerdo de sus lugares religiosos, su actividad pesquera gracias al turismo, sobre todo interior, y a la conservación, por sistemas de secado, de las especies del lago, que al parecer está sobreexplotado.


Por el momento, sigo por los vericuetos del Canshan, que si se busca en un mapa mayor, bien se verá que es el descenso del inmenso Himalaya hacia la parte China de Yunnan, región extraordinariamente diversa y rica, tantos en materiales –tiene las mayores canteras de mármol del mundo, solo comparable con las italianas–, como en agricultura (arroz, maíz, tabaco, marihuana....) y, posiblemente, en otras industrias que no conozco, entre las cuales evidentemente estará la de las telas, todavía fabricadas con "índigo", es decir, modo de coloreado artesanal, que ha de estar desapareciendo también.

Por cierto, he visto que se vende en los mercadillos de los pueblos semillas de marihuana, pero no me he atrevido a comprarla porque no sé si está prohibido o no; en muchos de los lugares que he visitado, a la hora de tomar un te, he olido el humo de la marihuana y me ha parecido que era normal fumarla, aunque no lo he indagado.


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