Aconsejo dejar un rincón de tiempo libre para visitar la pequeña y deliciosa exposición del Museo Lázaro Galdiano, que cuenta historias de libros: libros singulares e historias especiales. Y aquí se emplea "libro" con el sentido general válido para libros mucho anteriores a la invención de la imprenta (manuscritos, por ejemplo) o de áreas geográficas lejanas.
Tuve la fortuna de encontrarme con el director y responsable –Juan Antonio Yeves– mientras consultaba en la biblioteca de esa fundación, en la calle Serrano de Madrid, su fondo de manuscritos e impresos chinos, mientras consultaba exactamente la Biblioteca oriental de Vindel (comienzos del siglo XX) y unas ordenanzas reales del siglo XVIII, que recogen memoriales e historias del descubrimiento desde mediados del siglo XVI, un libro interesantísimo.
El que encabeza esta entrada es Epithalamia exoticis linguis reddita (Parma, 1775), "imponente tomo impreso en folio abierto, que aparece celebrando la boda de príncipe Carlo Emanuele de Saboya con Maria Clotilde de Borbón, hermana de Luis XVI de Francia..." Un alarde tipográfico con 25 inscripciones, 250 págs., en 25 lenguas exóticas, acompañadas de otros tantos grabados de imaginarias ciudades piamontesas.
El que precede inmediatamente a estos párrafos muestra una página del Libro de horas de William Hasting, c. 1470, el noble fiel a Enrique Iv, que fue decapitado en 1483, poco antes de la coronación de Richard III. E. König traza la historia del libro y describe la escena de la muerte de un gran señor –la de la hoja que precede–, al mismo tiempo que comenta el juego floral sobre fondo dorado.
Entre los literarios, uno de los volúmenes en los que se recogieron por el Duque de Sessa las cartas de Lope; una primera edición de la segunda parte del Quijote; el Auto sacramental alegórico intitulado "Amar y ser amado: La divina Philotea", copiado por un auténtico artista de la caligrafía; etc.
A veces la prehistoria del libro o sus aventuras una vez fabricado son más que interesantes, misteriosas, como el incunable Hypnerotomachia Poliphili, que en Venecia sacó Manucio en 1499, que dejó en secreto a los autores –tanto del texto como de las xilografías– y al significado de una obra de belleza tipográfica indudable, que si ha trabajado en esos campos como en el de las lenguas que lo dicen –el italiano que recobra latines y griegos constantemente–, ha de ser de un sincretismo que desgraciadamente se perdió.
Terminamos con dos ilustraciones más, una hoja suelta del Libro de horas de Juan Sin Miedo que representa la huida a Egipto (s. XV), cuyas peripecias narra Javier Docampo. Y una página de la Biblia Políglota de Alcalá (1514-17).