A mi dama le
gustan las camisas
–la ropa en
general, parece– a rayas,
he vaciado
cajones he mirado
armarios he buscado por las perchas....
parezco un
presidiario preparado
para montar en
una cebra mientras
guardo el
pañuelo en pantalón mil rayas
y abotono mi
chaqueta de cheviot.
Los calcetines son
de rayas rojas
la camisa es un
mapa de colores
si me sueno los
mocos el pañuelo
luce las
blancas rayas en relieve.
Pero no llevo
nunca calzoncillos
y me temo que pueda
descubrirlo.
jajajaja simpático poema!
ResponderEliminarBicos.