al terminar un borbotón rosado
que culmina una
larga travesía
de gacela que traza
los perfiles
y en los ojos
dibuja la armonía
lo que el aire
no se atreve a detener
si se mueve si da pasos si camina
que de tanto no
se puede ya saber
si materia si celeste si respira
dónde va dónde empieza dónde acaba
en la oscura
región donde termina
qué lejanas estrellas
la han creado
va la seda va la ausencia va la huida
algo ha quedado
lo que nunca fuimos
ansiedad a su
paso desprendida
Muy bueno su poema de intendencia celeste; le propongo la variación de contrarios para lo primero,
ResponderEliminarSaludar un botón de rosa
al iniciar nuevas travesías
Anónimo, abriría con un ritmo que luego se quiebra. En realidad, esos versos –no suelo explicar todo esto, pero bueno–, se trata de la imagen de una dama que pasa, y de la que solo me queda el movimiento de su cuerpo –exactamente el contorno de sus muslos y el "borbotón" que los culmina.
EliminarGracias por el comentario.
Me recordó a Roque Dalton,
ResponderEliminar"Hace frío sin ti,
pero se vive."
Pues yo lo interpreto "a mi modo", que es lo que todo lector hace. Pablo, con tu permiso me lo llevo a mi blog!
ResponderEliminarLe va perfecto a mi bailarina cambodiana!
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