Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

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martes, 5 de noviembre de 2013

Toledo nocturno y el llanto de Lope de Vega

Es casi un tópico referirse al Toledo nocturno, citar alguna leyenda de Bécquer, recorrer sus calles y rincones con paredes de ladrillo o mampostería iluminadas por la luz ámbar de las farolas viejas. Cumplí ese rito, y para ello anduve la Calle Real hasta desembocar en la plazuela conde (hacia 1622) vivía Medinilla, el poeta amigo de Lope, muerto en este lugar, lo que ahora explica una lápida. 


En La Filomena, Lope nos ha dejado una impresionante elegía "En la muerte de Baltasar Elisio de Medinilla", en tercetos encadenados. Lope es probablemente el mejor poeta y el peor leído de nuestros clásicos. Imposible recoger los 220 versos de este llanto, que va así:

Si lágrimas de amor pudieran tanto,
si versos de dolor, si amistad pura,
que naciera tu vida de mi llanto,

Elisio mío, en tanta desventura,
que volvieras a ver la luz perdida,
el alma, que te amaba, te asegura
....................

Tú, claro río, que por peñas graves
los pinos que bañabas a ver llegas       [155]
inquietas selvas de remotas naves,

desde los olmos de tus verdes vegas
lleva su nombre al mar. Así te aumentes
de más caudal que a su ribera entregas.
............
Que si poder tuviera, como amando
tengo dolor, cediera Egipto en piras
las columnas del cielo amenazando;

las que dio lisonja a sus mentiras,       [205]
porque excediera a la materia el arte,
con sus inscripciones de diversas liras.

Tú, pues, que de mi vida la más parte
fuiste y serás, ten lástima piadosa
del alma que quisiera acompañarte.   [210]

Impriman, pues, mis lágrimas la losa,
que podrán, aunque fuera de diamante,
Elisio, con tu muerte lastimosa,

donde yace tu cuerpo; y semejante
al tierno Alfeo, convertido en río,     [215]
daré fiero veneno al mar de Atlante.

¡Oh musas, ayudad al llanto mío,
y en tanto que del llanto paso al canto,
llorad su muerte con afecto pío!
Venid, musas, venid al triste llanto.   [220]


Placita con la lápida de Baltasar Eliseo de Medinilla
La calle Real


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