Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

viernes, 28 de octubre de 2011

Espacio común y mosca en la oreja. EUROPA, NO

Creo que podríamos empezar a decir directa y llanamente EUROPA, NO, y ni siquiera con esas salvedades piadosas ("así no...", "con esas características...."). EUROPA, NO. Ya no es siquiera una renuncia porque se nos haya engañado mediante ese desvío financiero, mercantil, capitalista que ha arrojado a la miseria a millones de personas, es que la famosa identidad europea es una tomadura de pelo y a estas alturas ya resulta hasta lamentable ese intento de pérdida de identidad –entrañable, compleja, rica, modelada por la historia....– de los países menores  (Portugal, Grecia, Irlanda, España....) zarandeados como masa de futuros consumidores por los más poderosos (Alemania, Francia....) que parece que interpretan lo del "espacio común" para vendernos sus productos y engrandecer su mercado, porque lo que es más cierto y evidente a estas alturas es que no se trata de un espacio común cuando se trata del trabajo, el nivel de vida, la protección de sus industrias y su comercio, etc. es decir, para todo aquello que signifique un descenso de su nivel de vida "económico": espacio común quiere decir que los países y las gentes menos favorecidas tienen que pasar un calvario imposible para alcanzar el estatuto de europeos. Y que todo sigue no igual, sino peor. Pues no. Espacio común, NO.

Si los políticos –con sufijo "castros"– fueran consecuentes con lo que está ocurriendo crearían uno de esos gabinetes de "crisis" que empezaría a trabajar para que nos devuelvan a una Europa plural, rica, en la que iban a funcionar valores sencillos de las gentes, al margen de grandes intereses mercantiles y financieros. De todas maneras, seguimos intentando hablar inglés, nos encanta chapurrear francés, nos enamora el portugués, luchamos con el alemán, nos asombran las otras diez lenguas.... y cada vez que viajamos nos vemos distintos, dichosamente distintos es nuestros hábitos, costumbres, lenguas, culturas, haceres, historia...

Que no nos maltraten más. Que no nos engañen más.

Las gentes, los pueblos, la cultura, las diferencias, las lenguas..... de Europa, sí.

EUROPA, NO.

2 comentarios:

  1. y nosotros los franchutes (y yo con ellos) votamos NO a Europa y se limpiaron el pompis con nuestro voto... ¡viva la democracia!

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