Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 22 de octubre de 2011

En defensa de la enseñanza pública en una mañana de otoño y crisis




Eso es lo que era hoy por la mañana una parte del viejo madrid, la que desde el arranque de la calle de atocha sube hasta la plaza de benavente: hubo un momento en el que todo ese trayecto, de aproximadamente un kilómetro, estaba cubierto de gentes, maderas, carteles,  músicas.... que protestaban contra los ataques a la enseñanza pública, a la que se degrada por todos lados, para que pueda emerger como solución el triunfo de la enseñanza privada, es decir, del capital.
Hago una pausa para añadir que desde ahora y para en adelante voy a recuperar esa palabra, antaño desgastada por vaivenes históricos, pero que es la que mejor define –lo hace casi perfectamente– la situación actual: el triunfo del capitalismo, es decir, del dinero, el mercado y su poder. Como esta no es una nota de teoría política ni económica, no hace falta que me extienda ni que ponga notas eruditas a pie de página. Vuelvo ahora a la reunión de gentes de la calle atocha.

Es difícil ilusionarse con algún tipo de medida que avale que la educación pública es la mejor herramienta igualadora en una sociedad injusta que ha abierto ya fracturas tremendas entre sus gentes y que se encarrila hacia su descomposición; es difícil, para que esas ideas se extendieran, discutieran, etc. haría falta, primero, el carril de los sistemas de educación, que ayudaran a que las gentes pensaran por ellas mismas; y haría falta sobre todo que los objetivos de quienes ya rigen nuestros modos de convivir quisieran realmente alcanzar ese equilibr¡o social, el que no ahonda en las diferencias entre los que tienen y los que no tienen.
Sin embargo, la manifestación acercaba e integraba a quienes allí habían acudido, les daba fuerza, les enseñaba la imagen de la solidaridad, les ennoblecía: la mañana otoñal era de fiesta y celebración, no por la actitud de quienes se aplican a menoscabar la enseñanza pública, sino por el encuentro colectivo, una vez más, de quienes sabían que estaban allí por causa noble.... que es uno de los motivos de vida plena y que espero que sigan trasmitiendo a sus alumnos, a pesar de que ahora cobren menos, o les hagan trabajar más, o les incomoden en sus tareas, o muchos de ellos hayan ido al paro.

La manifestación pasa por delante de la imprenta de Juan de la Cuesta
En Antón Martín
La calle Atocha es una calle histórica. En un determinado momento pasamos por delante de donde estuvo la imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió el Quijote; más adelante, en la encrucijada de Antón Martín, la nueva iglesia del Salvador y San Nicolás, en donde estuvo el hospital de los locos; y a la derecha, el cine Monumental, el de los viejos conciertos de la época franquista, en donde hacía colas nocturnas la juventud hambrienta de libertad y conocimiento. La historia es lenta y a veces no avanza en línea recta. Debemos de estar en uno de esos momentos tristes de vuelta hacia lo que ya parecía superado.

1 comentario:

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