Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 30 de mayo de 2015

Versos que vienen de facebook

Para que queden en algún lugar recogidos. Alguno puede repetir, al llegar en serie:

I

El geranio que me ofreció Sofía
ya se ha abierto con brotes encarnados,
tras los cristales se alza rozagante,
lluvias de primavera le han regado;

le he dicho que me cuente al levantarme
el sabor de la noche que ha pasado,
y si voy donde posa, a los cristales,
que me deje limpiarle con las manos,

quitar las hojas secas, que se quejan,
romper los troncos viejos, desmochados,
los frágiles tronquillos que se rompen
si no riegas muy poco y con cuidado.

Intensa y nueva vida en el balcón;
me quedaré estos días a su lado.

II

Mañana de desorden, tensión alta,
y no me acuerdo si tomé pastilla;
estupendo el café por la mañana,
pero hay que compensar con medicinas

y no hacer versos con estas materias
ni contar lo que duele o lo que excita,
la gente espera que un remanso sea
– ojos, amor...– lo de la poesía....

Me llegarán oprobios si destapo
pensamientos obscenos, de política,
o si me da por descubrir aquello;
sonará falso diga lo que diga.

Lo mejor si la vida viene así,
lo mejor me parece que sería....

III
necesito sentir     belleza al lado
necesito sentir que está muy cerca
no sé por qué ni para qué la quiero
no puedo respirar cuando se aleja

alcanzo plenitud   cuando me ronda
conjunción de ansiedad    y permanencia
de qué se queja   lo que no se alcanza
detrás de cada esquina está la ausencia

necesito sentir que puede ser 
instante en fuga     y esperar que vuelva
para nada más que saber que está
máteme su hermosura   y su presencia

todo sucede cuando se aproxima
la vida vive       el alma se serena

IV
tuvo anoche la luna un desapego
cuando detrás de mi balcón miraba,
no le dije que le queriá desnuda
y se veló con una nube blanca

por eso le engatuso con los versos
y le pido que vuelva a mi ventana...
iremos al lugar donde te ocultas
cada vez que te agreda la mañana,

nos darán las estrellas de sus frutos
colgados   de la noche   en luminarias
allí al cabo será lo que entonces sea
tú cuerpo miraré mientras que me amas

tan desnuda como la luz que a veces
en el silencio de la noche avanza

V
Mando flores 

tuvo anoche la luna un desapego
asumiendo su gesto de colores,
esperando grabarla en la memoria,
sus dibujo su gracia sus olores;

el lugar donde puso su figura
soñando que con ella los amores
tendrían un testigo más que digno
que tristeza aliviara y sinsabores;

en su campo posó para que yo
le hiciera en mi fichero los honores
y pudiera elegirla para ser
la sonrisa sin voz de los cantores.

Las empleo en facebook para todo:
mis compañeras de amistad, las flores.

VI
Desorden en la mesa, muchos libros,
notas, apuntes, fichas y papeles...
no creo que merezca poner orden,
las cosas van así, como dios quiere;

la vida ha dispersado casi todo,
es inútil luchar si algo se pierde,
mejor dejar que sea lo que sea,
que el tiempo nunca sepa lo que quiere.

Los versos y mis manos en tu cuerpo
no estorban para nada qué sucede,
se van acomodando a lo que pasa
besos, versos y manos te requieren.

Siga la mesa con su hermoso caos;
cierro los ojos mientras tú me quieres.


VII
Un estrambote contra la muerte

Nosotros nos morimos muchas veces,
es circunstancia natural,  tributo,
que al parecer se lleva mal  –me dicen–;
de lo que pasa no sabemos mucho.

Hay quien piensa en volver a casa pronto,
otros buscan sin más hallar refugio,
guardar bajo la tierra algún secreto...
todo parece, la verdad, confuso;

luego están las benditas religiones
con su secuela mercantil, sus usos,
la supina ignorancia de los más,
lo que en secreto piensa cada uno.

Esta tarea de morir es ardua,
no nos la puede recordar ninguno.

Nadie sabe el lugar donde acaece,
senda florida de final oscuro.





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