Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

viernes, 16 de septiembre de 2016

Chengdu (Sichuan)


Sichuan se sitúa al oeste de China, vecina de las grandes cordilleras que terminan en el Himalaya; su capital es Chengdu, en donde el viajero acaba de pasar un mes, intentando recorrer lo mas interesante: intento fallido, pues la región es tan grande como España y solo la capital, Chengdu, tiene cerca de los ocho millones de habitantes, la quinta parte de España, de manera que me he centrado en lo que más me interesaba, aparte de reconocer lo usual: las comidas, las brumas, el calor, el largo río, la prosperidad de la ciudad que realza también la desigualdad....



Me interesaba la ciudad porque desde este año (2016) había creado una zona de museos que, leído desde lejos, resultaba impresionante: acaba de abrir un Museo de Historia y Tradiciones, otro de Bellas Artes, una Biblioteca central.... al lado de los que ya tenía, un museo de artes y técnicas, el Provincial de Sichuan, y el de sedas y encajes, entre otros menores.


De manera que he intentado recorrer o terminar de recorrer la Ruta de la seda, el viejo camino comercial que históricamente penetraba en China por cuatro lugares (mar, norte, sur y centro) y que servía no solo para la seda, claro, sino para todo el comercio.... y las ideas y costumbres.


En años anteriores había ido al corazón de la ruta sur, la que sale al mar de la India después de recorrer Lijiang, Dali, Kunming.... lugares en donde todavía telares, sedas, tejidos, etc. forman parte de su comercio y de su modo de presentarse ante las gentes. En este mismo blog se encontrarán las excursiones del viajero –por ejemplo a los pueblos de los alrededores del lago "Er", en Dali, y mi admiración no solo por los almacenes de tejidos, sino por el modo rico y jugoso que allí las gentes emplean los tejidos para su propia presunción. Esta vez he completado la ruta con Xichang, en donde he pasado diez días, recorriendo también los alrededores, y en Chengdu, desde luego, donde todo se ha culminado con una visita al museo de encajes y telas que allí hay, como baúl de una tradición de la que se sienten muy orgullosos.


Esta entrada ofrece, aparte de este mínimo comentario –que explayaré en otros específicos posteriores– un reportaje gráfico de la ciudad, en la que se mezcla lo viejo y lo nuevo, por el momento a partes iguales, aunque ya se adivina que lo nuevo viene arrasando de mano de las multinacionales, es decir, del comercio y el dinero. Esperemos que no arrase con todo y la ciudad no pierda su decena de parques maravillosos, los paseos arbolados que acompañan al río, los pocos edificios históricos que aun se mantienen, etc.... y los hábitos de sus gentes, que aun siguen haciendo grupo en torno a una buena mesa a la caída de la tarde, sorbiendo lentamente el té caliente en los remansos de los jardines, llenando de motos y bicicletas las arterias de la ciudad.


Esta entrada se completará con otras que recojan los Museos, los Parques, la Ruta de la Seda.... El viajero tuvo muchas dificultades para mantener este blog activo mientras estuvo en China.



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