Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

jueves, 16 de octubre de 2014

con la pasión a cuestas

toda la vida    la pasión     a cuestas
con el amor    toda la vida    abierto
ha quedado de fuera ya muy poco
y lo poco que queda es lo de dentro

una mesa    una cama    y un buen libro
y fuera el mar    la música   el silencio
lo demás     poco a poco     se desprende
no sé donde    en el aire     algún recuerdo

no hace falta decir ya casi nada
soy   estoy  miro  paso  escribo  pienso
vuelve a veces quien tanto vino entonces
y escribo   –no lo sabe–   algunos versos:

Quiero que me recojas por la noche,
casi dormido, en donde tiembla el pecho.




4 comentarios:

  1. Querido Pablo:

    Debo de ser el exfilólogo que menos poesía lee. Seguro. Y no por falta de ganas. Es que yo soy un ejemplar de esos que ha sido seducido por los lectores de libros electrónicos. Sí. Ya me sé toda la mística del olor del papel recién impreso o del papel añejo. Pero llevar 100 libros en un cacharrito de unos cuantos gramos es una ventaja palpable. Por no hablar de la gozada de poder ampliar ad infínitum el tamaño de la letra y olvidarse de las patas de gallo a causa del tipo canijo. El otro día quise abrir tu biografía de Quevedo y, al cabo, me salieron ampollas en las retinas. Así que: ¿qué hará o hace Castalia por los libros electrónicos? Las posibilidades son inmensas. No sé si conoces una edición de El Quijote para el mundo de los aparatejos de Apple en el que se abría una ventanita con el significado de una palabra o la nota a pie tan solo pulsando. Se acabó el ir de adelante a atrás, cortándose las yemas con el filo de las hojas. Creo que de El Buscón hay una edición electrónica. Pero yo, personaje de El Pueblo, quiero sus sonetos. Un abrazo.

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    1. Querido juan Pablo, tienes exactamente lo que buscas en clasicoshispanicos.com, mira esa página, de la que también se ha dado noticia abundante en este blog. Saludos

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  2. Buena reflexión poética. Muy interesante sobre pasión, amor ... y más, en el libro de Comte-Sponville, Ni el sexo ni la muerte.

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  3. Gracias, anónimo. No recuerdo ese libró.

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