Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

miércoles, 11 de junio de 2014

perder las risas

El hueco de las cosas que se fueron
por las fisuras del tiempo se desliza
habrá que conseguir que nadie pierda
la porción que le toca de sonrisas

las de dentro     las de fuera     las de al lado
las que en el llanto van como escondidas
las que se guardan para malos tiempos
y aun aquellas que fueron destrüidas

como piedras preciosas en los versos
muchas veces las busco         a veces riman
mas se van     y se van      se van     y quedan
lejos    tristes    sin gracia    desprendidas

tendremos que adaptarnos a este modo
de andar sin rumbo              y de perder las risas



6 comentarios:

  1. La sonrisa es un regalo, las risas son buenas pero son mecánicas. El que sonríe siempre ha regalado lo mejor al destinatario de esa sonrisa... porque es consciente.

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  2. Pablo, se te ha metido Becquer de por medio. Si, anonimo, las sonrisas susurran, las risas hacen ruido.

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  3. Más que a Bécquer su poema recuerda a esta sonrisa, a este miedo ... del poeta N. Qabbani para la amiga que dejó huella, entre la ceniza del pasado y la eterna hierbabuena que reverdece el alma:

    Tu rostro es preludio del poema.
    Me arrastra de noche, como si yo fuera vela, a las playas del ritmo, me abre el horizonte de cornalina y la mirada de la creatividad.
    Tu rostro es maravilloso, una acuarela, un viaje fascinante entre la ceniza y la hierbabuena.

    Tu rostro es un cuaderno abierto.
    Qué bello cuando lo veo por la mañana trayéndome el café en su sonrisa y el rubor de la manzana...
    Tu rostro me acerca al último poema que conozco, a la última palabra, a la última rosa de Damasco que amo y a la última paloma...

    Tu rostro, amiga mía, es un mar de símbolos,
    y la nueva pregunta: ¿volveré sano y salvo?
    El viento me asusta, las olas me asustan,
    el amor me asusta y mi viaje es lejano.

    Tu rostro, amiga mía, es una maravillosa carta que fue escrita
    y jamás llegó al cielo...

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  4. He plantado hierbabuena en el alféizar de una ventana, anónim@, siempre me llama la atención como echa retoños por todos lados, como si fuera "eterna", que así dices y se deduce del precioso poema de Qabbani, que tanto te agradezco.

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  5. DL, ya no pregunto si es usted...se que es usted, no crea que no.

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