Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

jueves, 11 de diciembre de 2014

Escribir a mano 蝴蝶




Hay barullo con las disposiciones de los filandeses que han optado por simplificar la enseñanza de la escritura en sus escuelas y favorecer el mecanismo –nunca mejor dicho– que unifica en un solo tipo de letra, de escritura, derivado del que las máquinas realizan, primando efectividad y funcionalidad sobre subjetividad y dispersión. Los infantes filandeses aprenderán antes o mejor a escribir a máquina, ordenador, etc. que a mano: tecleado de dedos mejor que movimiento de la mano sosteniendo un instrumento.
Curso de caligrafía china en el Instituto Confucio de Madrid
Enseguida he acudido a mis cuadernos de chino y he elegido una simpática serie de palabras de trazado múltiple –por encima de la docena– para volver a escribirlos: mariposa, baile, miel, hurgar...




   请   带  
赛  端  舞  警   
影 就  慧   

Por un lado, y con la primera de ellas, "mariposa", he subtitulado la entrada. 

Cierto deleite deriva del trazado cuidadoso o acertado de los caracteres, tal si el escritor ejerciera al tiempo de pintor y en el contorno de la figura empezara el significado del pictograma; por otro, el significado parece modelarse desde las mismas raíces, como si se recobrara totalmente y se individualizara subjetivamente –lo que no es sino un derivado del trazado artesanal, es decir, de no haber encomendado a otro (o a una máquina) la expresión escrita. 

De manera que mientras trazaba con parsimonia los caracteres he ido pensando los pros y los contras de ambas posturas. Lentitud frente a rapidez, efectividad frente a vacilación, rigor frente a ductilidad... y en su repercusión en quien escribe y en quien lee: el que escribe pasa rápido sobre la forma de su escrito, de cuya apariencia final no se hace responsable; solo quiere que funcione su significado único, no sus armónicos (forma, matiz, elementos suprasegmentales, tono, ritmo....). Aunque en menor medida, quien recibe y lee también lo hace en las mismas circunstancias, aunque esta vez, probablemente, más atenuadas.

autógrafo bilingüe chino-español (siglo XVII)
Desde esta segunda perspectiva, he recordado –como cualquier profesor– el primer conocimiento que nos dan las hojas de los alumnos que leemos por primera vez: la escritura femenina –la hay, en general la hay– frente a la masculina, el ductus, la formación y enlace de las letras, la personalidad de los rasgos, etc. Bien es verdad que, al menos en mi caso, no me remiten directamente a un tipo ni a una conducta, pero son un ingrediente más para el conocimiento del alumno. He dicho del alumno, sin embargo la observación puede extenderse a cualquier otra persona.

Autógrafo (s. XVII)
Y también he recordado la dimensión histórica de la escritura, una muestra de la cual son los cuatros volúmenes de nuestra Biblioteca de Autógrafos Españoles, que se puede observar por épocas y tipos (gótica, humanística, procesal, etc.) por periodos, por modas, por oficio, etc. 

Caligrafía japonesa
Son tres a mi modo de ver los aspectos generales que podrían desaparecer si se diera por bueno el triunfo del mecanicismo en la escritura: su dimensión histórica, a la que acabamos de aludir; su reflejo personal, barrido por la escritura mecánica y funcional; la pérdida de cualquier valor artesanal y de lo que conlleva al echarse en el saco común, es decir, la pérdida de uno rescoldo creativo cierto que en la escritura a mano permanece. 

¿Mejor o peor? Cada uno puede valorarlo.

autógrafo de Lope de Vega
Durante mis años de docencia, recomendaba a mis alumnos que los trabajos y ejercicios me los dieran escritos a mano y correctos; aunque no ponía ningún impedimento a que me los entregaran hechos con ordenador. 
Prolongaré el consejo con una invitación al recital de Pilar González España el martes 16 de diciembre, en Madrid, en donde sin duda la escritura algo tendrá que decir. Va en una entrada inmediata y simultánea a esta.


Transiberiano (fragmento) 
II  
Me voy de memoria hacia la historia y tropiezo en toda una historia del manuscrito y de sus circunstancias, que no solo es vieja –antes de la invención de la imprenta– alcanza al Transiberiano (c. 1912), a la última exposición que he reseñado en este blog (escrituras de vanguardia), al juego de firmas identificatorias, a la escritura convertida en arte en China o Japón, a la "Memoria de la Escritura" que recopiló el año pasado David López del Castillo.... Demasiadas cosas, quizá, que no son solo mera significación, transmisión de significados al margen de su forma o de su significante. De todo ello va ilustrada esta entrada.


2 comentarios:

  1. No es para tanto ni para tanta novedad la noticia. En Finlandia se empieza el colegio mucho más tarde, a los 6 años y ya irán aprendidos de casa. Aquí a los 10 muchos aprendíamos de manera autodidacta a escribir a máquina en verano y se apuntaba a niños a clases de mecanografía. Lo importante es saber escribir, a mano o a máquina y el pensamiento que se refleja en lo escrito.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por el comentario, anónimo; sin embargo, de lo que arriba se dice, se deduce es que "el pensamiento se refleja en los escrito" mejor, de manera más elaborada y personal, si se escribe a mano, aunque yo ahora lo estoy haciendo a máquina, que es un modo más rápido y estereotipado de "reflejar el pensamiento".

    ResponderEliminar