Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

sábado, 12 de marzo de 2016

... la teja descendía a descalabrar...

"Pero cuanto a Dios, aquel curso de cabsas çierto es, e la çertidumbre de la providençia de Dios no empacha que este efeto no sea casual, como si dixésemos que un ombre va a la plaça con fin de comprar carne, e vino una teja que cayó del tejado e diole en la cabeça e descalabrolo. Este efeto fue casual, por respeto de las cabsas segundas, que son el ombre descalabrado e la teja descalabrante, ca ni el ombre iva a la plaça con intençión de ser descalabrado, mas de comprar carne, nin la teja desçendía a descalabrar, mas a fin que las cosas pesadas, cuando no fallan empacho, desçienden ayuso. 
  
Así que estas dos cabsas, perseguiendo cada una su efeto, concurrieron en efeto que non entendían nin la una nin la otra e, aunque este concurso a Dios fuese ante claro e conosçido, pero concurrió con ellas dexándolas en su cabsalidat, e todavía este fue descalabrado casualmente. Onde otro efeto es este: comprar carne e ser descalabrado, ca comprar carne es efeto entençionado, ser descalabrado es efeto fuera de propósito e de entençión. E con ambos efetos concurre la providençia de Dios, con uno como intençionado e, con el otro, como casual."


El texto merece alguna explicación. El paladar del filólogo ha saboreado con auténtico deleite ese movimiento pendular de la imagen, entre metafórica y rigurosa, para explicar algo tan arduo como es la predestinación y el libre albedrío, algo que envenenaba la existencia del homo sapiens cada vez que necesitaba progresos de la inteligencia. 


Durante estos días leo uno de los últimos textos que nos ha llegado para la colección de Clásicos Hispánicos, el Tratado de la predestinación, de fray Martín de Córdoba (+ circa 1476), editado con pulcritud y rigor por Sandra Álvarez Ledo.  Y he hecho este alto en el camino enloquecedor del siglo de las imágenes, para hacer hueco a este oasis de sosiego filológico que nos evoca la lejanía histórica.
Para que no se diga que soy un nostálgico contracorriente, seré generoso con las ilustraciones, que también lo están siendo en ese gozoso despliegue que nos las enseña, vía los artilugios de internet. Afortunadamente ahora todo está saliendo a luz, que ya era hora, y puede uno disfrutar de los deleites de la imaginación medieval, no tan distinta de la actual. 

[Las ilustraciones proceden de:
http://www.medievalhistories.com/volonteer-british-library/  
https://www.facebook.com/Foliamagazine/ 







1 comentario: