La plaza de San
Juan Bautista y Brágora
casi siempre
vacía tres mimosas
los dos pozos
cegados en su centro
fachadas
ocres verdes blancas
rosas
me he sentado a
pulir mis propios versos
harto de
gente y
de aprender la historia
son las nueve y
se escuchan las campanas,
mira el viajero el viajero reposa
parece que no
hay nada ya que avance
perdida posa al lado una gaviota
tantos versos
que no me dicen nada
tiempo de
lentitud la noche esboza
una invasión de
azules derrotados
no se distingue
nada entre las sombras
2
Venecia las campanas del domingo
no habrá santos
para tantas campanas
que en medio
del fragor de los turistas
quejas antiguas
son parecen lágrimas
es difícil
saber de dónde vienen
y no es fácil
saber a qué nos llaman
procede que
veamos si procede
venecia
recorrer tan de mañana
olvidarse de
pagar en cada esquina
por el aire la luz
la brisa el agua
hacer miles de
fotos de turista
tener la
admiración muy preparada
esto es
venecia y el comercio sigue
ahora ocurre lo
mismo que pasaba
3
atardecer camino de la playa
Giardini
Santa Elena cambio el barco
con tanto
sol sorteo a los turistas
sin darme
cuenta de que yo lo soy
bajo en Certosa la estación vacía
pontones pasarelas puentes mares
otro transbordo
más y estaré en Lido
los barcos
cruzan sin parar me temo
llegan más pasajeros “non si ferma”
es hermoso este
sitio para nada
tarea inmensa que habrá que cumplir
antes de que
por fuerza nos obliguen
se podría
ensayar mirando al mar
como ahora
aquí desierta la estación
Qué belleza! Por dónde anda la gente?
ResponderEliminarla verdad, Estrella, es que es una ciudad espectacular,única, a pesar de los turistas y de la comercialización de todo. La gente toma barcos lo mismo que autobuses, y pasea por las zonas que bordean los canales.
EliminarHace años que la visité. Tenía yo veinte y me enamoré de ella. Ahora parece estar más limpia.
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