El Retiro dejó la madrugada
empapada de lunas y de nieblas,
esperando a que avance la mañana
las luces tiende entre las ramas secas;
estos días de invierno en el aïre
bien conocen lo que es la trasparencia,
y el rocío que piensa ser la nieve
casi blanco se arrastra por la hierba;
y vuelvo a caminar, el tiempo al lado
me toma de la mano y me pasea:
estos arces cuajados de botones
nuestros serán si llega primavera.
Todo será dejarse ser al ritmo
que los días recorren y la tierra.
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