He ido observando poco a poco si las hojas recogen o no la lluvia, porque muchos árboles –los castaños, los plátanos, lo arces, los liquidámbares...– no lo hacen; en tanto otros –el árbol del amor, los avellanos, los madroños....– si que dan cobijo a las gotas en sus hojas, y hasta parece que las presentan como en bandeja. Nada comparable a las estalactitas artificiales que juegan con la luz en las pináceas, como esperando a que salga el sol para descomponer colores. Otros árboles, los más grandes, sobre todo los eucaliptos, visten el tronco de humedad oscura, y expanden su buen aroma por todos lados. Es su modo de responder a las lluvias y al otoño.
Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.
▼
lunes, 24 de octubre de 2016
Gotas de lluvia en hojas de otoño
He ido observando poco a poco si las hojas recogen o no la lluvia, porque muchos árboles –los castaños, los plátanos, lo arces, los liquidámbares...– no lo hacen; en tanto otros –el árbol del amor, los avellanos, los madroños....– si que dan cobijo a las gotas en sus hojas, y hasta parece que las presentan como en bandeja. Nada comparable a las estalactitas artificiales que juegan con la luz en las pináceas, como esperando a que salga el sol para descomponer colores. Otros árboles, los más grandes, sobre todo los eucaliptos, visten el tronco de humedad oscura, y expanden su buen aroma por todos lados. Es su modo de responder a las lluvias y al otoño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario