I
entonces tuve ganas de abrazarte
cuando andabas bien cerca todavía
como aquel al que quieres sin motivo
con quien hablas sin más todos los días
poco a poco ocurrió que fue el silencio
mientras tú te marchabas a tu vida
el cariño me trajo a respetarte
y callé mientras tú ya te perdías
así y todo tú fuiste el buen discípulo
y como todos yo supe que te irías
como aquello que sabe a tiempo bueno
y abandona el dulzor suave la
herida
se hace largo querer de esa manera
el barro se deshace y se desliza
2
lejanía en los versos juveniles
cuando todo prendía y se soñaba
cada verso un requiebro al
horizonte
el dulce acariciar de las palabras
aquel dolor de ser sin nada apenas
no distinguir la queja de la gracia
vivir sin esperar lo que se quiere
y en las ojos tener lo que nos falta
fluïdo de la vida a manos llenas
y ser así quien los demás aguardan
en cada esquina recoger la vida
y cada noche al descansar dejarla
¡los versos que hubo entonces y canciones
que bien decían lo que mal cantaban!
3
como la voz a veces que no sabe
como la queja sube y se
contiene
como el recuerdo que guardó el secreto
cuando despierta y surge cuando vuelve
como si tanto como si después
porque nada lo dice ni requiere
como si entonces una vez que
fue
tan frágil y tan cierta para
siempre
como si aquello el tiempo de
otro modo
y quedara si todo que se pierde
y llevara en secreto la dulzura
y al final se callara intensamente
y así ya no será lo que termina
ni será lo que muere cuando muere
No hay comentarios:
Publicar un comentario