viernes, 9 de mayo de 2014

Estrambotes de la vida cotidiana

Uno va por ahí arreglando todo,
intentando enmendar errores: hoy
no compraré la prensa, ni veré
los telediarios, cenaré muy tarde,

nada de saludar al mal decano,
daré limosna al magrebí del barrio,
con la china del todo a cien, sonrisas;
fumaré, beberé, mantendré el coche

polvoriento, y descansaré tumbado
bajo un árbol imaginando el polvo
que mi vecina tiene cuando asoma
muy de mañana a recoger la ropa....

Así funciona bien la vida, creo,
más limpia más serena y muy más justa.


Y

no jugaré a la primitiva nunca;
me gastaré el dinero que no tengo
sin entregarlo a un banco que lo guarde.


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