martes, 2 de octubre de 2012

No se concluye


Conclüir concluïr no se concluye
nada de nada; al parecer se alcanza
un notable nivel de escepticismo
con el que se convive más o menos

para dejar más limpio el corazón,
despejadas las nieblas de los sueños
y la sonrisa fresca, como un pájaro
al que provoca el vuelo un simple ruido

y que parece alcanzar la plenitud
atravesando el cielo sin motivo
para dejar su estela en el vacío
azul y en el misterio de su viaje,

sin que nigún destino conocido
empañe la belleza de su vuelo.


1 comentario:

  1. El excepticismo puede ser lo mismo una barrera que te proteje de posibles fracasos o decepciones, que puede ser el que te impida levantar el vuelo y alcanzar lo que te parecía imposible.
    Las palabras no tienen límites para ti, Pablo, y por eso le das formas tan bellas a los poemas.
    Bicos.

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