miércoles, 2 de mayo de 2012

Un ramillete de flores silvestres




flores silvestres recogidas mientras
volvía de Cedeira, en la cuneta
del camino que lleva a San Andrés,
a donde van los peregrinos, cerca

de Ponticelas y después del río,
un paisaje de lomas y praderas,
cerrado por los bosques de eucaliptos,
con tojos y castaños y mimbreras,

restos de lo que fue, quizá; compongo
un ramillete sencillo y en Regoa
las envuelvo en papel mojado
para que se conserven bien enteras;

pero precisan sol y viento y lluvia
y sentir sus raíces en la tierra.



2 comentarios:

  1. Preciosas. Hay un par de ellas que ni tocan el suelo (!)

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  2. Qué buena lectora del blog tengo contigo, Estrella. La próxima entrada te la dedicaré, con las últimas flores que me traje de la primavera que asoma.

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