viernes, 9 de marzo de 2012

Carpe diem


Carpe diem

No tengas tanta prisa en serlo todo,
aun te queda llegar a barro y tierra,
ceguera cuando todo nos estalle
y lava cuando todo nos encienda;

yo no sé en los volcanes lo que pasa,
tampoco si se habitan las estrellas;
parece que ni duelen ni resuelven
si llegas a ser luz o si materia;

por lo pronto,  mi amor, dame tu cuerpo
y gocemos del tiempo que nos queda,
y en el tunel de seda recogidos
estallemos de besos y azucenas…

Procuremos quedar allí abrazados
lo que fue sin pensar ni lo que venga.

7 comentarios:

  1. Preciosa foto, buena reflexión en buen poema. Será divertido ver qué hay al otro lado, para un curioso merece la pena el transcurrir del tiempo y pasar de una vida a otra cosa. La permanencia es un gran aburrimiento. Eso sí, mientras, a disfrutar y a pelear por lo que uno quiere o necesita. No hay nada importante que perder.

    ResponderEliminar
  2. ¿Quién no quisiera empezar así un sábado que se resistía a llegar del todo?

    Gracias por compartirte tanto, Pablo.


    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Lo bonito de compartir es que va en dos direcciones, claro. A mí, por ejemplo, me ha resultado un aliciente el par de comentarios –gratos–, para un sábado también envenenado. ¡Esta primavera....!

    ResponderEliminar
  4. Además de sumarme al comentario de Inés y Emilio involuntariamente he intertextualizado con el Soneto de la Luna de Antonio Gala endulzado en la voz de Clara Montes. Se los recomiendo!

    ResponderEliminar