De tan sutil la luz, que se adelgaza
entre las ramas que el invierno deja,
con un gesto desnudo y extrañado,
parece que no es luz que es solo niebla;
niebla azul suspendida que se esconde,
niebla blanca que a veces se despliega;
ha venido febrero sobre el parque:
de lo poco que había nada queda,
el recuerdo de estos bancos ocupados
mientras hubo verano y primavera,
el rincón que tejió para los besos
la sombra de los robles en la hierba.
El frío del Retiro en el invierno
y la luz se confunden con la niebla.
entre las ramas que el invierno deja,
con un gesto desnudo y extrañado,
parece que no es luz que es solo niebla;
niebla azul suspendida que se esconde,
niebla blanca que a veces se despliega;
ha venido febrero sobre el parque:
de lo poco que había nada queda,
el recuerdo de estos bancos ocupados
mientras hubo verano y primavera,
el rincón que tejió para los besos
la sombra de los robles en la hierba.
El frío del Retiro en el invierno
y la luz se confunden con la niebla.
¡Me encantó! (pero no sé cómo leer el tercer verso... ¿sobra un sílaba?)
ResponderEliminarSí, y es demasiado, en este caso, señalar la extravagancia con una rareza formal, sonaba muy mal. ¿Crees que debería puntuarlo? También dudé en ese caso, por alguna ambigüedad.
ResponderEliminar¡Gracias!
Ahora ya suena perfecto, creo yo.
ResponderEliminarLa imagen o concepto del primer cuarteto me parece magnífica, bueno todo el soneto es precioso.