domingo, 11 de septiembre de 2011

Planchar y leer

Domingo. Tengo mucha plancha, mucha;
y me he enfrascado en el epistolario
de Páez, el cronista que se fue
a Quer, un pueblecito de la Alcarria,

rodëado de renuncias y de libros
que acabarán en plúteos reales
del Escorial, mortajas de la historia,
relicario de nuestro siglo de oro.

Leer y pensar, pensar y conocer,
atravesar por los renglones viejos
depositados para meditar
lo que nos entregaron meditado.

Terminaré el epistolario y luego
plancharé solamente lo preciso.

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