Morirse, francamente, es disparate
después de haber vencido tantas penas,
mejor pasar a ser como los clásicos
en los campos nocturnos una estrella,
la más brillante de la vía lactea
que dijo que sería, si me fuera,
quien la pena mayor logró en la vida
que arrastrara ya siempre de cadena,
mientras que a campos más mejores fue
a recoger la flor de primavera,
que ya se ve que asoma a muchas rimas,
y me las brinda cuando no se espera.
Estrellas en las noches de verano,
que no saben el tiempo que les queda.
Pero rapsoda, mire que soy un poco supersticiosa...qué hace mi nombre ahí con borracheras y muerte? OK. No me daré por aludida.
ResponderEliminarBonito poema de verano (?)