lunes, 20 de junio de 2011

"Yo solo quiero el adagio dulce...."

Yo solo quiero aquel larghetto dulce

del clarinete y el violín de Brahms,
cuando se van a recorrer  la orquesta
y se extravían lejos del quinteto.

Espero que lo entiendas, más o menos;
no me interesa, la verdad que no,
todo eso que me dices tantas veces;
y lo sé, y no me importa lo que pierdo.

Ya atravesé por esos campos verdes,
y bebí el agua de los manantiales,
me sumí en el cristal que me miraba,
y navegué los mares sin destino.

Tengo la claridad de las derrotas
y la misión de terminar mi tiempo.

  

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