viernes, 24 de diciembre de 2010

Antiguos versos de amor y sus consecuencias


Dime dónde estarás, te iré a buscar,
solo quiero dormir cerca de ti,
sentir tu compañía que me lleva
al silencio que ocupas en mis sueños;

que tus manos apaguen mis ideas
mientras las yemas de tus dedos cierran
mis párpados y miro la avenida
de los cansancios cómo se apaciguan.

Que no pase el amor ni la ternura,
vamos a ser así, como sentimos,
que la fragilidad nos emocione
y venga de los otros la alegría;

y que pueda decirlo sin vergüenza:
yo pienso en ti todos los días, todos. 

3 comentarios:

  1. Pablo; ciertamente, los últimos dos versos de esta forma métrica dan mucho juego como elegante coletilla, como última palabra y para rematar un poema. Abundante y diaria producción poética la suya.Para el poco tiempo libre que me queda en estas vacaciones gramaticales para investigar en poesía,cual me recomienda con sinceridad ¿Sin embargo, Trizas bruces, Calcetines rojos o el año del ombligo?

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  2. Emilio, te escribí hace un par de días un correo, que creo que no has leído, para una de las visitas al Madrid viejo y literario; te le reenviaré hoy.
    Los que escriben siempre piensan que lo último que han hecho es lo mejor; aunque no sea siempre cierto.
    Brazos

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