martes, 21 de septiembre de 2010

Clase política podrida, clamor y peligro

Hoy he recibido uno de esos correos de “pásalo”, referido a la crisis, las actividades y sueldos de los políticos, el malestar social... Por su lectura, con tantas y tantas observaciones exactas, termina uno indignado, indignado sobre todo por la desfachatez y falta de sensibilidad de la clase política, que incluye a concejales, consejeros, senadores, congresistas, asesores... He aquí el texto, sin ningún tipo de censura:

EL GOBIERNO VA a bajar el sueldo a los funcionarios y va a suprimir el cheque-bebé para afrontar la crisis que han generado los bancos y los especuladores bursátiles.–
Nos gustaría transmitirle al Gobierno y al PP, que también gobierna en muchas Comunidades Autónomas y organismos, lo siguiente:
Dediquen su empeño en rebajar LA VERGÜENZA DEL FRAUDE FISCAL, que en España se sitúa alrededor del 23% del P.I.B. (10 puntos por encima de la media europea) y por el que se pierden 241.000 euros, fraude que repercute en mayores impuestos para los ciudadanos/as honestos/as.
TENGAN LA VERGÜENZA de hacer un plan para que la Banca devuelva al erario público los miles de millones de euros que estedes les han dado para aumentar los beneficios de sus accionistas y directivos; en vez de facilitar el crédito a las familias y a las empresas, aumentas las comisiones por los servicios bancarios.
PONGAN COTO a los desmanes de las empresas de telefonía y de ADSL que ofrecen los servicios más caros de Europa y de peor calidad.
ELIMINEN la duplicidad de muchas Administraciones Públicas, suprimiendo organismos innecesarios, reasignado a los funcionarios de carrera y acabando con los cargos, asesores de confianza y otros puestos nombrados a dedo que, pese a ser innecesarios en su mayor parte, son los que cobran los sueldazos en las Administraciones Públicas. 

HAGAN que los políticos corruptos de sus partidos devuelvan el dinero equivalente a los perjuicios que han causado al erario público con su mala gestión o/y sus fechorías, y endurezcan el Código Penal con procedimientos judiciales más rápidos y con castigos ejemplares para ellos.
DIJO la Vicepresidenta del gobierno "que es indecente que mientras la inflación es -1%,y tengamos más de 4.000.000 de parados, haya gente que no esté de acuerdo en alargar la jubilación a los 70 años". Nos gustaría transmitirle a esta "Sra. Vicepresidenta" y a todos los políticos, lo que consideramos indecente:

INDECENTE, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 EUR/mes y el de un diputado de 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500 EUR/mes.
INDECENTE, es que un profesor, un maestro, un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública, ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
INDECENTE, es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).
INDECENTE, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste sólo con siete, y que los miembros del gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo.
INDECENTE, es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
INDECENTE, es colocar en la administración a miles de asesores = (léase amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados)
INDECENTE, es el ingente dinero destinado a sostener a los partidos, aprobados por los mismos políticos que viven de ellos.
INDECENTE, es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo. (ni cultural ni intelectual).
INDECENTE, es el coste que representa para los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes (siempre en gran clase) y tarjetas de crédito por doquier. INDECENTE No es que no se congelen el sueldo sus señorías, sino que no se lo bajen.
INDECENTE, es que sus señorías tengan seis meses de vacaciones al año.
INDECENTE, es que ministros, secretarios de estado y altos cargos
de la política, cuando cesan, son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del ERARIO PÚBLICO.
Y que sea cuál sea el color del gobierno, toooooooodos los políticos se benefician de este moderno "derecho de pernada" mientras no se cambien las leyes que lo regula. ¿Y quiénes las cambiarán? ¿Ellos mismos? Já. Juntemos firmas para que haya un proyecto de ley con "cara y ojos" para acabar con estos privilegios, y con otros. Haz que esto llegue al Congreso a traves de tus amigos ÉSTA SÍ DEBERÍA SER UNA DE ESAS CADENAS QUE NO SE DEBE ROMPER, PORQUE SÓLO NOSOTROS PODEMOS PONERLE REMEDIO A ESTO, Y ÉSTA, SÍ QUE TRAERÁ AÑOS DE MALA SUERTE SI NO PONEMOS REMEDIO. Está en juego nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Aparte de los muchos comentarios de detalle que pudieran hacerse, el texto refleja el hartazgo social no tanto por la situación de la llamada “crisis” sino por el espectáculo de chulería y falta de sensibilidad de la clase política. Y el texto, como tantos otros que circulan por ahí, tiene, a mi modo de ver, dos repercusiones de signo distinto: la primera es la de lograr una respuesta social, todo lo precaria que se quiera, pero un sano intento de gritar que no y de hacerlo en coro, llamando a los de al lado para que se fijen en lo que pasa y unan sus voces.
En segundo lugar, textos como este vuelven a situar a políticos y gerifaltes en un pedestal de privilegios, al margen de lo que ocurre a las más de las gentes, y de paso se llevan por delante –parece obvio– todo lo que significa el sistema político: políticos, congresistas, congreso, elecciones...
Ante una panorama tan simple de buenos y malos, en el que los malos lo saben hacer con tanta claridad, con evidencia escandalosa, hay que seguir alertando sobre aquello de que la “política es un mal necesario”, y que rechazar la sinrazón de los políticos, cuando no se ofrece sistema de repuesto, resulta extremadamente peligroso, una llamada a que su lugar lo ocupen otras gentes, quizá los más fuertes con los puños, con el dinero, con las influencias... y cosas así. Seguro que la indignación de los ciudadanos normales no busca ese resultado; pero cada vez es mayor el sector de gente desengañada, cabreada, crítica. Como decía Alfonso Guerra hace poco, ahora se ponen palos en las ruedas. Supongo que el viejo político socialista sabe por qué.
Desde luego que no existe solución fácil e inmediata; pero sí sabemos lo que hace falta para que se llegue a devolver la confianza en la gestión política y democrática... solo que esa solución pasa por la voluntad, honestidad, sensibilidad, etc. de los propios políticos, a quienes bastaría darse cuenta de la desconfianza que generan. Y de los llamados partidos políticas que deberían trasmitir desde abajo hasta arriba esa corriente de purificación. Y que eso se debería hacer con severidad, rigor y urgencia.

1 comentario:

  1. ¿Porque tanta gente piensa lo mismo y aquí ni dios mueve un dedo por cambiar la situación?.

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