Cuaderno de pantalla que empezó a finales de marzo del año 2010, para hablar de poesía, y que luego se fue extendiendo a todo tipo de actividades y situaciones o bien conectadas (manuscritos, investigación, métrica, bibliotecas, archivos, autores...) o bien más alejadas (árboles, viajes, gentes...) Y finalmente, a todo, que para eso se crearon estos cuadernos.

Amigos, colegas, lectores con los que comparto el cuaderno

lunes, 29 de febrero de 2016

Luna llena / 南粤

Recuerdo las noches de luna llena sobre el mar de Qingdao, a veces coincidiendo –días limpios– con la puesta de sol, jugando a los dorados entre la niebla, en la lejanía. La luna de Qingdao sobre el mar, la luna de Hangzhou sobre el lago, la luna de Madrid sobre el Retiro....


al final de mi calle está la luna
diciendo no sé qué      va de amarillo
la miro con pasión de novia nueva
embobado  y  feliz   y algo perdido

huele la lluvia    el bulevar   se aleja
hacia la noche oscura del Retiro
algún recuerdo ronda el pensamiento
y alerta me mantiene        y encendido

qué difícil será encerrarse en casa
con esa luna  en calles y en caminos
noche abierta     las sombras se estremecen
un resquicio de   luz late     escondido

y yo no sé bien qué de tanta luna
esta noche quisiera estar  contigo

[Siguen tres lunas del Thyssen, y una luna sobre la calle Soufflot, de París, sobre el Panteon]





Casa de la Poesía




sábado, 27 de febrero de 2016

El mapa de China que usaron los españoles

Durante estos días estoy trabajando, intensamente, en la vieja historia del mutuo descubrimiento España-China y China-España, lo que ocurre a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI, si hacemos excepción de Marco Polo, de mano de los primeros navegantes y de las ansias evangelizadoras de agustinos y franciscanos primero, de jesuitas y dominicos enseguida. Afortunadamente la documentación histórica, desde la perspectiva española, es muy abundante y –lo que es más interesante– su acceso es cada vez más fácil, sobre todo por los procesos de digitalización, por ejemplo los de PARES y, dentro de PARES, los del Archivo de Indias; apuntalados por decenas de documentación dispersa por todo el mundo. El problema ahora se plantea de otra manera: leer y asimilar toda aquella documentación, trabarla, reconstruir la historia, etc., además de otros problemas más técnicos (paleografía, idioma chino, etc.)


La primera semana de marzo, después de haber trabajado en lugares varios de rica documentación, como el Archivo del Museo Naval (Madrid), la Real Academia de la Historia y la propia Biblioteca Nacional de España; y después de haber visitado el Museo de América y el Museo Naval, en donde se exhiben muestras de los descubrimientos del Pacífico, hurgaremos –me acompañara investigadora china, por si hiciera falta– en la Biblioteca del Palacio Real, que conserva una de las colecciones más ricas de fondos americanistas. Es verdad que los referentes a "La China" son menores y andan siempre mezclados con los del Pacífico, como corresponde a una tierra cuya grandeza e inmensidad aun no se conocía.
Nuestro punto de partida son los primeros viajes a tierra firme, desde la isla del Salvador (esto es: desde Filipinas), que vamos a editar dentro de poco en Clásicos Hispánicos. Y nuestro punto de partida cartográfico es este precioso y difícil mapa que se conserva en el Archivo de Indias (para su lectura conviene irlo girando).
Se trata de un mapa con las consabidas deformaciones históricas; todavía no han dibujado aquellas tierras Ortelius, Mercator, Blaeu... (desde comienzos del siglo XVII lo harán) ni se han descubierto por los europeos tierras del hemisferio sur, como Borneo o Nueva Zelanda. Se puede comparar a este otro (de mediados del siglo XVIII), de Filipinas, cuyo original se exhibe en el Museo Naval ahora.


La leyenda del más antiguo dice:  "Mapa de la topografía moderna y antigua" [de China].  Ha sido reeditado y estudiado varias veces, por supuesto. Extraigo los siguientes datos de Pares: reeditado: Lung-ch'i-hsien (Chang-chou o Zhangzhou), Fu-chien (Fujian): en Chin-sha Shu-yuan "[Colegio o institución donde se imprimió, fundada por el gobernador Ling Sung (1546-1550)], en el 10º mes del año 34 de Chia-ching o Jiajing (1521-1567), que equivale a octubre/ noviembre de 1555, sobre un original fechado entre 1552-1555, compilado por Yu Shih (1506-1570). Iba acompañado de una relación con anotaciones y datos varios, a juzgar por las cuales  estuvo en mano de algún fraile agustino, y se lo envío el gobernador de Filipinas a Felipe II (Guido de Lavezaris o Francisco de Sande), hacia 1574.


En próxima entrada publicaré, como muestra, dos documentos breves de los aludidos. Y con todo ello preparado, volveré a viajar a China en breve.

viernes, 26 de febrero de 2016

Paseos del arte

Cartel y mural de la exposicion temporal "Realistas de Madrid", Museo Thyssen (Madrid)



Al menos en Madrid, uno se puede dar un paseo cada día para ver lo que crearon los afortunados que supieron realizar los deseos de su imaginación o de su pensamiento.... uno puede sumirse cada vez más tiempo en las galerías, los museos, los lugares de culto, y dejar que cuadros, fotos, pinturas, edificios, música, etc. se vayan apoderando de su vida.  No sé si es bueno, pero  al final la sensación es la de haberse subido a una nube en donde todo termina por causar algún tipo de emoción. La emoción del arte, no la de la verdad, aunque existen secretas y continuas conexiones que van de lo uno a lo otro, que enriquecen la vida y que justifican el arte como uno de los motivos del conocimiento, porque al fin y al cabo eso es también conocimiento; y como un rasgo consciente y creador de la condición humana.
Hoy por la mañana he ejercitado esa relación, conscientemente: escuchando y viendo al colegio infantil que visitaba el museo Tyssen en Madrid, siguiendo durante un corto tiempo las paradas de la dama china, buscando las tres lunas que necesitaba para ilustrar la que estos días nos desasosiega, ejemplificando cuellos de lechuguilla y golillas, para explicárselo a alguien al que le interesó, etc. 
Rubens, Retrato de una joven con rosario (1909-1910)
La mañana se ha perdido, el deber y la tarea dio paso al sosiego y el placer de la contemplación; me detuve en los cuadros que siempre me conmovían, el adolescente pintado por Rafael, la playa de Saint Malo, la cabeza esbozada de Modigliani, que miraba a otra a su lado mucho más adusta de Picasso.... Tiempo en profundidad, para saber, conocer y sentir. Porque eso también es el arte. Las salas de los impresionistas estaban llenas de hablantes franceses; al lado o cerca, la de pintores norteamericanos, con dos grupos de habla inglesa; y así sucesivamente, que tienen estas cosas sus circunstancias, es decir y una vez más, se enredan con quisicosas de la vida.
Modigliani, "Cabeza de mujer" (1915)
Picasso, Estudio para cabeza (1907)
Casi no dejé tiempo para visitar la exposición temporal de los realistas madrileños, que a eso en principio había ido, y que allí fue donde terminé. Buscaba una vez más hurgar en los años en los que desperté a parcelas del arte y en los que me inicié, de mano de la literatura, a una situación semejante, de manos de la emoción, todavía sin saber reflexionar lo que ocurría, lo que me ocurría.


miércoles, 24 de febrero de 2016

variaciones de invierno






vienen con el invierno aquellos días
que desnudan los troncos de los arces
que recogen las lluvias de diciembre
y se llevan las luces de la tarde

arrugadas las hojas de los robles
solitario al final se queda el parque
con un resto aun verde que resiste
y dibuja las manos de los árboles

los árboles que el tiempo desnudó
y dejó con sus brazos incapaces
de mantener la sombra en los caminos
y el secreto lugar de los amantes

el invierno que todo lo desnuda
nadie ha quedado en el Retiro    nadie






martes, 23 de febrero de 2016

insistiendo en que no

se va entendiendo todo       poco a poco    
aprendemos a usar   nuestras sonrisas
casi de modo natural     se acepta
la ciega transparencia del camino

ocupamos silencio con silencio
melancolía con serenidad
y dejamos que el tiempo como espiga
solitaria  se cimbre con el aire

habrá que desmontar muchas palabras
recobrar la sorpresa de los niños
soportar la fatiga de la tribu
y vivir con los que andan por aquí

insistiendo en que NO      sencillamente
mientras se va la luz a su destino

Las ondas gravitacionales

lo de las ondas gravitacionales
me tiene –la verdad–  muy compungido;
la cuenta de la vieja me servía
para entender que espacio y tiempo son

dos modos de mirar la realidad
la simultaneidad en el espacio
la discontinuidad en el tiempo
que se perciben desde mi rincón....

y entonces las estrellas     allá lejos
y el viaje a los lugares acabados
llegará la noticia de que somos
a un infinito ciego y majestuoso

pero ahora ya no sé si estoy ya muerto
si te marchaste a sabe dios que tiempo

viernes, 19 de febrero de 2016

El huertecillo del Retiro


Ruiz de Alarcón


jueves, 18 de febrero de 2016

no fue demás


desnuda   cada vez       no queda más
aire y  luz     tu perfil     se han completado
plenitud    en los ojos     y el deseo      
que seas nada más     desnuda al   lado

que sepan   si se logra       será así
nada más     que desnuda      tiempo espacio
de algún modo   ya    todo   se cumplió
todo por fin     desnuda        se ha logrado

no queda cada vez     ni solamente
tu piel termina     todo se ha agotado
y  ya que tú   desnuda     nada más  
no busques la razón      habrás llegado   

toda será si queda así     desnuda
no fue demás    y si que     abandonado




miércoles, 17 de febrero de 2016

jardinero


estos días azules del invierno
quiero ser jardinero del Retiro
acudir al trabajo cada día
con mis hules de verde y de amarillo

amontonar las hojas del otoño
y limpiar los alcorques con rastrillo
vigilar cuándo brotan los castaños
y si traen primavera blancos lilos

limpiar el cauce y que la lluvia pueda
su savia repartir por los caminos
sentir el peso de las estaciones
abrir el sol     dejarlo  descendido

la humedad de la tierra sentir cerca
tierra y barro    volver   a          lo que ha sido



lunes, 15 de febrero de 2016

Manuscritos en el Islam. Introducción práctica


No sé muy donde

en el sueño de cada noche     tú
vienes      pasas         estás        cerca       muy cerca
a mirarte me vengo         siempre que
por fin a estar contigo      cuando llegas

yo no sé que será      de tantos sueños
solo sé que si tú       la noche       mientras
todo lo que deseo        tú me ofreces
y todo lo que  quiero        tú lo aceptas

y no recuerdo        haber vivido aquello
lentas las manos        las caricias lentas
nada que de verdad haya pasado
no habrá ya nada    que contigo       sea

cada noche será       no sé muy donde
y duermo junto a ti         que allí te quedas

domingo, 14 de febrero de 2016

Habla Gil de Biedma y otros poetas


Porque así volví a escuchar y leer poesía de Gil de Biedma, en el Museo de la Biblioteca Nacional de España, donde compartía visitas con el Inca Garcilaso, el Retablo de Maese Pedro, Alonso Zamora Vicente.... y un montoncillo de cosas más, que suelo pasear y ver, aunque nunca los lunes, que son los días en los que acudo a hurgar manuscritos y otros papeles sabrosos, día por lo demás que es el de cierre semanal de los museos y museíllos. Hojeaba los prospectos de las exposiciones, y en el cartel desplegable de Gil de Biedma se había insertado, entre otras cosas, un texto quebrado y feote. Pensé que era el riesgo de este poeta catalán de tanto predicamento, que va de bruces a la prosa sencilla, porque quiere que le lean y le entiendan, y de vez en cuando –es casi obligado– incurre en esos pedruscos. 
La otra cara de la moneda es la amplitud de audiencia: y en el quicio anda el peligro. ¿Por qué? Porque aligerar el tono y acercarlo al oído y la inteligencia de amplios lectores sin incurrir en banalidades es tarea ardua. Lo saben perfectamente quienes, en la estela de Biedma, pero también de toda una corriente artística, han apostado por la literalidad o el objetivismo, aunque ambas cosas no sean lo mismo: durante estos días el Museo Tyssen abre exposición en la que el objetivismo –sí, el del Jarama– presenta su historia moderna, su deslumbrante historia moderna, y baste con traer a colación, además de a Sánchez Ferlosio, del lado de la escritura, a Antonio López.

La literalidad de una importante corriente poética actual, refrendada por el último libro de Luis García Montero, una  Balada en la muerte de la poesía, que es el escritor que de modo más consciente, continuado y contagioso ha predicado y escrito de esa manera. El libro se abre con una cita de Gil de Biedma. 

La audiencia se abre, y puedo dar fe –he leído con mis alumnos durante mucho tiempo "poesía actual", un curso que propuse que se llamará así, por el que me expedientaron, por cierto– se engolosina: allí se puede encontrar llanamente la resonancia propia de la emoción y la experiencia, en buenos versos, porque LGM escribe buenos versos –otra cosa son sus epígonos. Detrás de ese modo de escribir late un modo de pensar, obviamente, que se manifiesta así; otra de las bondades de LGM estriba en esa coherencia, que uno aplaude tanto en sus ensayos como en su actuación real, dicho sea de paso: el intelectual anda en la calle, como dios manda. Hay una honestidad intelectual de mucho valor y una pincelada versal que intenta el equilibrio de la literalidad. En esta entrega final lo más llamativo es la llegada de la prosa, pues es poesía sobre la poesía no en verso: es curioso como en esa mar han desembocado muchos poetas anteriores: Machado, Juan Ramón Jiménez, Cernuda, Blas de Otero... El reencuentro de poetas de trayectoria larga con la prosa nos llevaría muy lejos ahora. 


No es si embargo la única voz poética, lo que no deja de ser normal, pero solo en algunos momentos de nuestra historia, pues también suele ser normal que el paraguas ideológico o estético imponga la monodia (poetas del cancionero, románticos, pastores del Renacimiento...). Creo que atravesamos un largo periodo histórico en el que voces y corrientes se han disparado en busca de los rincones, la marginalidad, las fronteras; o se han aquilatado para quintaesenciar lo que ya se practicaba. 

Si elijo –y no al azar– poetas actuales de calidad, me topo con esa sinfonía extravagante que forma el mapa: del tono literal y emotivo de Biedma-Montero salto al rigor estético de la iluminación poética de Carvajal, que es otra de las luminarias; al extravío afortunado de Peru Saíz Pérez o María Salgado; al tenebrismo de toda una mancha poética que lee y blasfema con L. María Panero, y ya son tropa; al difícil y calculado descendimiento objetivo de Rafael Juárez; al cultivo casi familiar de la vieja poesía (Rosillo); etc. Las viejas y nuevas familias poéticas se apiñan para crear un panorama que, sinceramente, creo extremadamente rico. Confieso, de la misma manera, que de todo el mapa encuentro la voz poética que representa Carlos Piera como la más original e intensa: porque se ha situado en un lugar distinto y ha conjugado literalidad –que solo es aparente– con sabiduría poética –su poesía se hace desde dentro, una vez asimilada la tradición– e intensidad emocional e intelectual en una sola voz. Y es voz sin coro.
Creo, en fin, que es bondad de los nuevos tiempos el que podamos elegir el espacio artístico que mejor nos convenga en cada caso. Eso sí: me temo que a ellos no les gusta andar juntos.

viernes, 12 de febrero de 2016

El Inca Garcilaso



 
Se le puede leer de muchas maneras, incluso la biblioteca Castro ha publicado dos volúmenes con sus obras, a cargo de Andrés Soria; y hay bastantes facsímiles, auténticos y desvirtuados; y ya en la época, al menos sus contemporáneos andaluces, lo habían leído. No tiene la jugosidad y el fluido sintáctico e imaginativo de los grandes clásicos, desde luego, pero gana, quizá por eso mismo, la sensación de objetividad, lo que conviene bien a sus relatos históricos. Hubo de aprender a modular su lengua paterna –era un indiano, claro– la traducción que divulgó de León Hebreo. Y lamento disentir de quienes juzgan –incluyendo el catálogo, que no puedo comprar, por menoscabo mercantil y lejanía con los hacedores de la expo– que es una prosa de belleza y calidad; es digna.  

Como se celebra el centenario de su muerte (1539-1616), en Córdoba, se ha organizado una exposición, que en esa especie de ventolera –con frecuencia frívola– que le ha dado a la BNE, está coincidiendo con Gil de Biedma, Zamora Vicente, el Retablo de Maese Pedro, Rubens y Van Dyck (que se acaban de ir)... y alguna cosa más. La veleta que dirige la BNE ha debido perder el norte.



La exposición ponderada y justamente presentada por los tres comisarios, consiste esencialmente en lo que el título dice La biblioteca del Inca Garcilaso de la Vega, y se fundamenta en el testamento que conserva el archivo de protocolos de Córdoba, que se ha traído enterito (es el tocho de una de las fotos). Como era usual, en el inventario de bienes del difunto se hace lista de los libros que poseía, lo que permite atisbar con bastante exactitud su biblioteca, es decir, las lecturas de un caballero intelectual de la época.


Y así es, el paseo nos lleva deliciosamente por lo que era más conocido: no hay sorpresas, casi todo lo que está era libro que circulaba y, por cierto, casi todo procede de la propia BNE. Algunos objetos curiosos, muy pocos, como la piedra beozar, que tantas veces asoma en nuestros clásicos; o el chaleco camiseta de los incas, un arcabuz, alguna vasija (traídas del Museo de América), y poca cosa más.
Hay cierta manía en las exposiciones que lleva a atenuar la luz hasta extremos molestos, se suele decir que porque daña a los objetos, incluyendo libros; se deshoja uno queriendo leer algunos títulos o intentando discernir fechas y datos. Esperemos que los técnicos lo arreglen con luces no dañinas.
La exposición tiene su qué intelectualoide, no atraerá  a espectadores poco curiosos, a retahílas de colegiales ni a buscadores de exclamaciones; pero cumple su objetivo de sacar a la luz, reunir y exponer una hermosa biblioteca de época, que bien me hubiera gustado poseer, sobre todo esos dos atlas que la culminan, el Ortelius y el Mercator.